[2023 - 1]UNSAM precariza: ¿inclusión sin derechos laborales?
- En clave Roja
- 19 mar 2024
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Actualizado: hace 6 días
Nahuel Gonzáles, estudiante del Instituto Ferroviario

Es común leer o escuchar sobre las políticas inclusivas que nuestra universidad levanta con orgullo, sin embargo, parece que la inclusión no es para todes. Las y los trabajadores de limpieza nos cuentan sobre sus largas jornadas laborales, salarios bajos, contratos precarios y persecución. La estructura menemista que nadie toca, la receta que el FMI pide y el gobierno aplica.
La cooperativa Lara es una empresa de servicios que, entre muchas actividades, realiza la limpieza de la UNSaM. Son las y los trabajadores de verde que se ven en todas las instalaciones de la universidad. La primera pregunta que cualquiera podría hacerse es ¿por qué si hay trabajadores auxiliares contratados por la universidad en todas las áreas, la limpieza la realizan de forma tercerizada a través de otra empresa?
Esta forma de empleo tercerizado que tanto se ve en nuestro país, es una manera de quitar derechos a los trabajadores, y para la universidad de reducir costos. En primer lugar, los tercerizados cobran mucho menos que un trabajador de planta de la unsam, pero también tienen menos derechos de vacaciones, condiciones de trabajo, estabilidad, entre otras.
¿Quién está detrás de Lara?
Esta empresa ha sido objeto de diversos cuestionamientos y denuncias en los últimos años. Entre su dirección, destaca la presencia de figuras cercanas al gobierno.
La cooperativa cuenta con un joven presidente, Matías Abinet, que trabaja junto a los hermanos Lucas Nicolás y José María Olazagasti. Lucas Olazagasti se desempeño como asesor en el ministerio de Obras Públicas de la Nación, mientras que José María es un reconocido habitué entre los círculos más íntimos de los ministros nacionales del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Además, los Olazagasti son hermanos de Carolina Olazagasti, quien es pareja del ex ministro de Desarrollo Social de la Nación, "Juanchi" Zabaleta.
Cuestionamientos y denuncias
En los últimos años se conocieron denuncias de parte de sus trabajadores por condiciones laborales precarias, que llevaron en muchos casos a la respuesta inmediata de la empresa persiguiendo y despidiendo.
Según cuentan sus empleados, las condiciones de trabajo son precarias y no se cumplen con las normas laborales básicas, como las regulaciones sobre horas extras, vacaciones y utilizan la categoría de cooperativa para contratarlos como monotributistas evitando así tener que pagarle sus aportes, todo con la complicidad de las autoridades y sus amigos del poder.
Al respecto unos de sus trabajadores nos cuenta: "Nuestro sueldo actualmente está por debajo de la línea de la pobreza, pero incluso si llegáramos a perder el plus de presentismo nuestro sueldos terminan quedando por debajo de los $70 mil pesos, cayendo en la indigencia. Esto lleva a que muchos para poder llevar el pan a la casa tengamos que tener otros trabajos".
Un trabajador de limpieza contratado por Lara cobra menos de la mitad de sueldo que un trabajador de limpieza contratado por la Universidad bajo convenio. Denuncian también que la empresa no proporciona los equipos y herramientas adecuados para realizar el trabajo de manera segura y eficiente. Esto ha llevado a que los trabajadores tengan que realizar sus tareas en condiciones inadecuadas, lo que pone en riesgo su seguridad y salud.
Una trabajadora nos contaba al respecto: "Tuvimos compañeras que sufrieron reacciones alérgicas al no contar con los elementos de seguridad y la capacitación necesarias. Y para colmo cuando decidieron reclamar esto fueron despedidas y trasladados."
¿Inclusión para todes?
La realidad que intentamos mostrar en estas páginas está frente a nosotros a diario, quienes limpian y mantienen nuestra universidad son parte de las y los millones de jóvenes (hoy alcanzando un 38% dentro de los sectores ocupados y del 60% entre los más jóvenes) que logran conseguir trabajo con salarios cada vez más bajos y con mayores niveles de precariedad.
El gobierno que como demostramos tiene lazos estrechos con quienes imponen estas condiciones, tiene la misma política en municipios, Trenes Argentinos, hasta en los propios ministerios nacionales. Mantienen una política activa buscando negociar la baja en los salarios, disminuyendo el monto del aguinaldo para quienes perciben planes sociales, ajustando a las asignaciones familiares, e incluso, con la disminución de la cantidad y calidad de comida que llega a los comedores populares.
La UNSAM y sus directivos, que constantemente buscan mostrar iniciativas inclusivas, es responsable de sostener esta estructura que se impuso con fuerza desde el menemismo y que cada año se perfecciona más.
Otro camino podría ser posible, la absorción de estos trabajadores y trabajadoras a la planta permanente sería el primer paso, para garantizar que todes les trabajadores tengan los mismos derechos.
Los sindicatos miran para otro lado ante esta situación y quienes se encuentran al frente de los centros de estudiantes dirigidos por fuerzas cercanas al gobierno prefieren evitar tocar estos temas. Pero quienes escribimos esta revista nos preguntamos, ¿no es momento de enfrentar esta situación?
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