[2023 - 1]Mapeo Colaborativo de Conflictos Socio-ambientales
- En clave Roja
- 20 mar 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 6 días
Por Pau Lucero - Lic en Cs Políticas de UNSAM y Andra - Joven precarizado de La Red

Esta iniciativa que presentamos en este primer número de Metamorfosis es abierta a estudiantes, docentes y egresados de la universidad, así como activistas por el ambiente de otros lugares. Queremos poner los diferentes conocimientos de las distintas áreas de la universidad para reflejar una realidad, para analizarla, pero sobre todo discutiendo la necesidad de transformarla, activa y colectivamente. Por eso apostamos a un trabajo colaborativo dónde todo aquel que lo desee pueda sumarse y aportar. Los invitamos a colaborar con este mapeo, a comunicarse con nosotres y difundir en sus círculos esta iniciativa. (numero de contacto y demás)
En medio de la novena ola de calor del año en esta primera edición de revista nos proponemos realizar un esfuerzo colaborativo para dar cuenta de los numerosos conflictos socioambientales que recorren nuestra provincia de Buenos Aires. Existe una idea porteñocentrista de que su terreno es un lugar seguro y libre de ese tipo de problemas del interior, idea absurda de sólo pensar que si erupciona un volcán en Chile nos tapamos de cenizas a través del viento, no estamos ajenos al problema ambiental del país, pero también tenemos los propios. Buenos Aires presenta muchísimos conflictos que van desde la contaminación por residuos peligrosos, pasando por el uso de agrotóxicos y pesticidas hasta problemas de vivienda en lugares no aptos para vivir. Mientras vivimos el 3° verano más seco de la historia argentina, se multiplica el fuego a lo largo y ancho del territorio argentino, los problemas eléctricos se expanden y los sectores populares son los que más lo sufren, ya que el ajuste fondomonetarista que aplica el gobierno achica el bolsillo y encarece los servicios básicos. En ese ajuste ya podemos encontrar un conflicto socioambiental que alcanza a grandes porciones de una provincia que cuenta con cordones enormes de sectores populares, precarios, empobrecidos. Tan general es el calor que es difícil mapear sus consecuencias, un calor que tiene detrás al desmonte, la quema, la deforestación, el monocultivo y la decisión política de cajonear la ley de humedales año tras año. Pero podemos nombrarlo, pensarlo, a la par que analizamos como los intereses de una clase y sus negocios afectan a nuestra provincia.Por supuesto que esto no es una cuestión exclusivamente argentina, nos enfrentamos a una cuestión planetaria, pero también de época. Es la etapa imperialista de este sistema la que más ferozmente degrada nuestro planeta, y no alcanza sólo con eso, se renueva, se perfecciona y genera tecnología para ampliar sus planes productivos para más depredación. Sin dudas hay que decir que “no hay planeta B”, pero consciente de que es el 10% más rico del mundo el que genera la mayor contaminación atmosférica, es decir que sabemos hacia dónde apuntar. No hay planeta B y por acción humana está en peligro el único que tenemos, pero no somos responsables el conjunto de la humanidad, se trata de un sistema de clases que decide poniendo la ganancia por sobre toda cualquier otra cuestión que beneficie a la sociedad.
En esta edición nos encontramos muy cerca del 24 de marzo, aniversario del golpe genocida de 1976, y acá queremos recordar y construir memoria para enfrentar el presente, porque no olvidamos que fue esa dictadura asesina la que cerró la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de 1973 a favor del agropower y a medida de la Sociedad Rural Argentina. Y como tampoco perdonamos, no vamos a ignorar que el Plan Cóndor que trajo múltiples dictaduras en Latinoamérica allanó el camino al extractivismo depredador, a la deforestación desaforada y al neoliberalismo que entregó en bandeja nuestros territorios y sus recursos naturales. En nuestro país las principales empresas responsables de la destrucción ambiental fueron parte dirigente de ese golpe cívico-militar, como el Grupo Techint de Paolo Rocca que integra la lista de las empresas que más contaminan del mundo, o la propia Aluar de Madanes Quintanilla (sí, el mismo dueño genocida de FATE) que además de volver irrespirable el aire del bello Puerto Madryn tiene una divertida anécdota cuando el mismo día del golpe se salvó de discutir en el Congreso un millonario fraude al Estado Argentino.Aún más, nuestro país sigue un camino. El de los planes del imperialismo a través del Fondo Monetario Internacional y ejecutado por el gobierno de Alberto Fernandez y Cristina. Planes que orientan la actividad económica hacia el petróleo, hacia la megaminería, hacia la explotación marítima y el monocultivo de soja. ¿Por qué orientarnos hacia la comprobadísima actividad contaminante? Sectores de la progresía kirchnerista responden abiertamente: “Para conseguir dólares”. ¿Dólares para qué? Para pagar una deuda fraudulenta, ilegal e ilegítima que comienza en la dictadura. Dictadura que, para sorpresa de nadie, estatizó deuda de la familia Macri, y ésta como familia de honor devolvió los favores re endeudandonos. La cuestión ambiental está íntimamente ligada a la producción, a la economía, y por lo tanto a la política de una clase dominante que organiza sus negocios desde lo alto. Es por eso que los que nos organizamos día a día para defender nuestro planeta nos dedicamos a hacer política, hablar de política y en este caso, ser parte de la pelea por un 24 de marzo que tenga memoria, verdad y justicia. Un 24 de marzo que no olvide pero sobre todo no perdone ni se reconcilie con los responsables de un genocidio de clase y que hoy nos siguen trayendo consecuencias hasta ambientales con sus negociados.
En ese contexto de arremetida del capital contra el ambiente, proponemos la construcción de un mapeo colaborativo que funcione tanto como indicador del crecimiento nivel de conflictividad social en torno a la contaminación industrial, el vertido de desechos en cursos de agua, emprendimientos hidroeléctricos, las fumigaciones con agrotóxicos, etc., como herramienta para visibilizar la problemática ambiental de la provincia y construir redes de apoyo.
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